domingo, 28 de mayo de 2017

Pan. Origen.


Hoy algunos panes no salieron tan bien. Me relajé después. Después de una linda frustración, y me puse a pensar en frustraciones más grandes, más terribles, más insuperables. Por ejemplo, hace poquito en un avión iba viendo una serie que se llama Marte, es de NatGeo. Imaginé la frustración que deben sentir muchos de la NASA y gente allegada al ver un cohete despegando y explotar antes de atravesar la atmósfera. Eso sí es frustrante. Tanto trabajo. Tantas vidas. Tanto dinero. Pum. Out volando en pedazos. Además de frustrante es algo terrible además. Una catástrofe. En todo sentido. Y creo que a veces tenemos que aflojar la mano. No nos pasan cosas tan terribles. Capaz eso sea frustrante también. Ya nadie mira al cielo, ni nadie se imagina en un micropunto de un micropunto de espacio que ocupamos en esta galaxia, que s su vez es un micropunto de galaxia. Y acá, puteando con el tráfico y la falta de wifi.

Hoy fui en taxi y como siempre nos pusimos a hablar de cocina (todos los taxistas cocinan, o hay cocinado). Entre que esto y lo otro, Le dije, Acá en la panadería hacemos todas las cosas que extrañamos. Me quedé pensando en esa frase mientras el taxista seguía hablando de un sánguche que le gusta hacerse en su casa siempre cuando llega de laburar, un poco lo escuché, pero otro poco bastante me quedé pensando en esa frase. Me gustó, pero no llegué a un lugar tan certero. Me quedé en ese lindo limbo de no querer saber nada tan certero. Creo que se llama Presente cuando pasa eso.

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